Casi como un ensayo, estos cuadros de pequeño formato, muestran por un lado paisajes pintados a partir de fotos tomadas en mis vacaciones y, por otro, imágenes de personas en tránsito dentro de la ciudad. Las obras son probablemente un primer planteo de series que posteriormente se extiendan, se subdividan o hasta se separen. Las reúne la idea de una cierta evasión del tiempo presente.

Los paisajes son imágenes muy simplificadas y embellecidas evocando, con cierta nostalgia, un espacio idealizado. Las personas, entretanto, viajan hipnotizadas. Se desplazan en la ciudad mientras permanecen inmóviles, abstraídas en un espacio interior distante.